El 11 de Septiembre se celebra cada año la 'Diada Nacional de Catalunya', que en ningún caso simboliza, como muchos creen, la derrota de la Corona Catalano-Aragonesa (o Catalunya) contra Castilla, sino que es uno de los últimos actos de la Guerra de Sucesión Española que tuvo lugar del 1701-1715. El 11 de Septiembre de 1714, las tropas de Felipe V entraban en la ciudad de Barcelona después de 14 meses de sitio, ciudad que junto con otras ciudades del entonces imperio español, defendian los derechos de sucesión del archiduque Carlos de Austria. Cabe decir, que entre los partidarios de Felipe V también habia ciudades de la antigua Corona Catalano-Aragonesa, como la ciudad de Cervera, a la que se premió por su fidelidad con una universidad. Poco después de la caída de Barcelona, que pone fin a la guerra de sucesión, se promulga el Decreto de Nueva Planta y se implanta un sistema político uniforme en casi todos los territorios, lo que conlleva la abolición de las instituciones y de las libertades civiles catalanas.
Durante los más de 2 siglos siguientes, la lengua, las tradiciones, las instituciones y otras libertades civiles catalanas fueron, en distintos grados y/o momentos, prohibidas, abolidas, perseguidas y/o castigadas. Con pocas excepciones como la creación de la 'Mancomunitat de Catalunya' o con la instauración de la II República, no fue hasta después de la muerte de Franco, en 1980, cuando se restauró el 'Parlament de Catalunya', que Catalunya recuperó la normalidad con la vuelta de nuestras libertades civiles.
Durante los más de 2 siglos siguientes, la lengua, las tradiciones, las instituciones y otras libertades civiles catalanas fueron, en distintos grados y/o momentos, prohibidas, abolidas, perseguidas y/o castigadas. Con pocas excepciones como la creación de la 'Mancomunitat de Catalunya' o con la instauración de la II República, no fue hasta después de la muerte de Franco, en 1980, cuando se restauró el 'Parlament de Catalunya', que Catalunya recuperó la normalidad con la vuelta de nuestras libertades civiles.
Así pues, el 11 de Septiembre celebramos, que a partir de la pérdida de nuestras libertades se forjó un sentimiento colectivo de nación, de país, que va más alla de las fronteras y que está ahí donde están nuestras conciencias. Celebramos que, después de casi 3 siglos de opresión, hemos sido, somos y seguiremos siendo una nación, ya seamos españoles, franceses o un estado independiente. Celebramos el nacimiento de una conciencia colectiva como pueblo catalán capaz de perdurar ante cualquier adversidad.
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